A pocos días de finalizar el 2022, Harding Junior puede decir que nunca ha tenido un año tan productivo y tan lleno de sorpresas y variado en cuestión de proyectos. El actor exploró diferentes terrenos del lenguaje audiovisual e hizo cortos y largometrajes, así como series y comerciales.

Con tantos proyectos gratificantes finalizados y ahora en plataformas como Vix+ y Apple TV, Harding no está dispuesto a cometer el mismo error de preocuparse por cual será su siguiente trabajo, sino que por ahora quiere disfrutar de la pausa laborar, de su familia y de sus seres queridos.

Su gusto por divertirse, crear, imaginar, descubrir, explorar y hacer cosas diferentes lo llevó a dedicarse a esta gran profesión. Este mundo le permitió conocer mucha gente diferente lo llevó a dedicarse a esta gran profesión. Este mundo le permitió conocer mucha gente diferente, jefes diferentes y crear personajes diferentes. Cree y afirma que cada set es un terreno por descubrir, una historia nueva. La actuación le ha enseñado mucho sobre la vida, la historia de la psicología de la humanidad y la cultura, ya no puede imaginar su vida sin ella.

En su vida también se ha dedicado a la danza y al modelaje que, aunque ya no los ejerce, lo ha disfrutado mucho y lo sigue haciendo cuando tiene alguna posibilidad. Algo que le gusta y disfruta mucho es la publicidad, ya que se juntan todas estas áreas en las que he trabajado. Sin embargo, nada lo llena tanto como la ficción y el concentrarse en contar la historia de un personaje.

Es un apasionado de los proyectos de época, proyectos que hablan de la historia, es decir, cómo se crearon ciertas culturas, ciertos países, cómo llegaron ciertas etnias o razas a ciertos lugares, etc. Esos trabajos son los más interesantes ya que en esos casos es donde más puede aprender y sentir que no solo está entretenido al público, sino que también está enseñando algo.

En este sentido Harding comenta: «Soy fanático de un escritor sudafricano que se llama Wibur Smith, que es el escritor del que más libros he leído, como más de 20, y él habla mucho de la historia de África, desde la invasión tanto de los ingleses, como los holandeses y los españoles, o la raíz de cómo empezó la esclavitud hacia la raza negra. Hay una historia en particular que me conmueve mucho, he visto documentales e incluso alguna vez hice uno acerca de este personaje que se llama Yanga, en homenaje a él. He leído mucho acerca de su historia y en algún momento hice un documental para Canal 14 que se llama México negro y habla de la influencia de la negritud en México, de la que tanto se ha ocultado y continúa.

Ya interpreté a Yanga en este documenta, pero creo que en algún momento me gustaría una serie. O quizá no interpretar particularmente a Yanga, pero me llama mucho la atención, porque toda su historia es en México y por mi país, tengo esta mezcla de las dos culturas, entonces poder interpretar algo de estas dos culturas, de estas dos etnias, sería lo mejor para mi»

Este año le tocó participar en uno de los lanzamientos estelares de Vix+, la película «Me casé con un idiota». Es un proyecto que disfrutó mucho porque la mayoría era gente que conocía, incluso algunos eran muy buenos amigos, empezando por el director Batán Saliva, con quien empezó haciendo publicidad hace muchos años, luego una película, una serie, y Paulina Gaitán con quien también ya ha hecho varios proyectos. «Poder trabajar con gente que quieres y que hay un lazo de años es muy satisfactorio también, te diviertes de otra manera» afirma Harding. Particularmente su personaje Marcelo, un periodista, chismoso, amarillista y muy hipócrita, fue muy divertido de interpretar para el actor ya que le dio la libertad de improvisar mucho y explorar una parte de él que no conocía.

A su vez, no solo trabajó en proyectos nacionales, sino que también tuvo la oportunidad de trabajar con Apple TV en la serie «The mosquito coast». Fue un rodaje complejo ya que todo se grabó en Tulum, tres meses en la selva debajo del sol todo el día. Además, al calor húmedo se le sumaba que aún eran tiempos de covid y había muchos protocolos que respetar como la implenentación constante de barbijo. Pero más allá de eso para el actor fue increíble poder trabajar en este tipo de producciones tan grandes y organizadas.

A su vez tuvo la posibilidad de participar en grandes proyectos como «Alina de Cuba» que cuenta la historia de una de las hijas de Fidel Castro, «Familia Nacional» un proyecto %100 mexicano que disfrutó muchísimo (cuenta de qué trata) ya que cuenta la historia de un haitiano exiliado que vive en México como puede, en una familia con muchos secretos y dificultades, es un personaje con el que se identificó mucho. Y «Manglar», una película de época basada en hechos reales como fue la esclavización de los africanos en Europa. Esta última lo emociono particularmente porque en México no se habla mucho de la historia de los negros, incluso siendo un país lleno de historia y gente negra, por lo que fue para Harding un gran honor tener la posibilidad de compartir su historia, cultura y creencias.

El trabajo del actor es que el público se enfoque en el producto final pero Harding comenta que el trabajo detrás de cámara fue, es y será el trabajo más difícil: la preproducción, construir personajes, aprender guiones, armar el set, etc.

Pero su mayor dificultad se encuentra en la actuación, no solo en la construcción del personaje, es decir, entender sus emociones y motivaciones, sino también el salirse del personaje y regresar a ser Harding Junior. En ese sentido agrega que justamente los personajes que más lo han atravesado son aquellos que se le asemejan porque dificultan este proceso de entrar y salir del personaje.

¿Te gustaría saber más sobre su trabajo? Puedes encontrarlo en Instagram como @harding.junior

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