Héctor del Norte es un músico mexicano que ha logrado gran éxito en su carrera, pero a diferencia de muchos otros artistas en su género, él se enfoca en componer corridos para la gente común y corriente. En esta entrevista, conoceremos más sobre su historia y su enfoque en la música.

Héctor, gracias por unirte a nosotros hoy. ¿Puedes contarnos un poco sobre ti y cómo comenzaste en la música?

Claro, gracias por tenerme. Soy originario de Monterrey, Nuevo León, México, y comencé a interesarme por la música desde muy joven. Aprendí a tocar varios instrumentos y empecé a escribir mis propias canciones. Después de algunos años, tuve la oportunidad de grabar mis primeros corridos y eso fue el comienzo de mi carrera.

¿Qué te inspiró a componer corridos para la gente común y corriente?

La verdad es que me di cuenta de que muchos de los corridos populares se enfocan en historias de capos o famosos, y sentí que faltaba algo. Quería escribir canciones que la gente común y corriente pudiera relacionar, que hablaran de sus luchas y sus logros. Mi primer corrido viral, «El gringo», fue inspirado por las historias que me contaron dos amigos cocineros en Estados Unidos, migrantes poblanos, y eso me dio la confianza para seguir componiendo sobre historias similares.

Has hablado antes sobre cómo la sociedad tiene un concepto equivocado del éxito. ¿Puedes explicarnos más sobre eso?

Sí, me he topado con comentarios que me hacen creer que la gente tiene una idea incorrecta de lo que significa tener éxito. Muchos piensan que la gente «chingona» es la que hace cosas en contra de la ley o tiene mucho dinero, pero eso no es necesariamente cierto. Hay muchas personas que migran, que luchan por sus sueños con mucho trabajo, que son padres o que trabajan en el campo, y también son personas «chingonas». Esas son las historias que me interesa contar en mi música.

Actualmente vives en Polonia y donas todo el dinero que ganas tocando en las calles a los refugiados ucranianos. ¿Puedes contarnos más sobre cómo encontraste esta manera de ayudar?

Sí, decidí mudarme a Polonia para explorar nuevas oportunidades y fue allí donde me encontré con la comunidad ucraniana que había tenido que migrar debido a la guerra. Vi que necesitaban ayuda y decidí que podía hacer algo al respecto. Tocar y cantar en las calles me da la oportunidad de compartir mi música y mi talento, y al mismo tiempo ayudar a los demás.

¿Qué consejo le darías a otros músicos que quieren hacer una diferencia positiva en la vida de las personas con su música?

Mi consejo sería que se enfoquen en las historias que realmente importan, que hablen de la gente común y corriente

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